Los esfuerzos de aplicación de la ley anticorrupción de Nigeria se están volviendo gradualmente más efectivos a medida que los profesionales se adaptan e innovan en respuesta a muchos desafíos persistentes.
A veces caricaturizados como escleróticos, politizados o propensos a errores, los esfuerzos anticorrupción de alto nivel se están volviendo notablemente más innovadores y pragmáticos.
En lugar de ser abandonados bajo presión o dar lugar a enjuiciamientos quixóticos de una década, los casos de corrupción de alto perfil implican cada vez más resoluciones nuevas y más efectivas. Estos incluyen acuerdos de declaración de culpabilidad y pérdida de activos, así como sentencias de prueba y no privativas de libertad.
En los casos en que las apuestas políticas son altas y la probabilidad de un enjuiciamiento penal exitoso es baja, estas herramientas ahora se consideran más rápidas, más directas y más viables que los enjuiciamientos penales tradicionales.
Estas conclusiones se derivan de la nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Edimburgo condujo-equipo que participa en la lucha contra la corrupción Evidencia de Global Integrity (ACE) del programa .
Aquí hay algunos hallazgos preliminares de la investigación centrada en Nigeria:
- El enjuiciamiento de casos de corrupción de alto nivel en Nigeria ha progresado un poco en los últimos años, pero aún quedan muchas deficiencias y obstáculos para el progreso adicional. Las reformas legislativas clave, así como las innovaciones y adaptaciones pragmáticas emprendidas por fiscales e investigadores, apuntalaron gran parte de este progreso.
- Paciencia estratégica : la capacidad de los profesionales anticorrupción para construir casos más fuertes, evitar trampas, resistir las influencias externas y esperar hasta que los sospechosos de alto nivel ya no sean intocables, conducen a resultados procesales más exitosos.
- La politización de los enjuiciamientos anticorrupción es un arma de doble filo. Si bien los poderosos sospechosos de alto nivel a menudo son intocables, de repente pueden volverse vulnerables cuando los vientos políticos cambian invariablemente. Esto crea oportunidades para que las agencias anticorrupción maximicen la efectividad de sus enjuiciamientos.
- Las agencias anticorrupción de Nigeria deben lograr un equilibrio más fuerte y sostenible en sus investigaciones de corrupción de alto nivel, continuando buscando «victorias fáciles» como confiscaciones de activos sin condena, mientras que también intentan selectivamente enjuiciamientos más riesgosos que apuntan a asegurar condenas.
- Las agencias anticorrupción de Nigeria aún requieren varias soluciones legislativas, un mayor apoyo presupuestario y una supervisión más constructiva e independiente para funcionar de manera más efectiva.
- La Comisión de Delitos Económicos y Financieros del país ( EFCC ) es una agencia robusta y efectiva, pero tiene que tomar decisiones difíciles sobre su dirección futura, especialmente cómo maneja el crecimiento organizacional y resiste la influencia política.
- Las agencias hermanas de la EFCC, la Comisión Independiente de Prácticas de Corrupción y otras Ofensas Relacionadas ( ICPC ) y la Oficina del Código de Conducta ( CCB ), poseen un potencial significativo sin explotar que podría ser energizado por soluciones legislativas simples, inversiones sostenidas y reformas modestas.
Recomendaciones de política
Al buscar ser relevante para las políticas, esta investigación apunta hacia varias recomendaciones factibles sobre las cuales los encargados de la toma de decisiones de Nigeria, los formuladores de políticas internacionales y otras partes interesadas clave pueden actuar.
Esto incluye sugerir que el presidente Muhammadu Buhari, a quien le quedan tres años más en su mandato presidencial, tome medidas concretas para fomentar una mayor independencia judicial al institucionalizar una autonomía financiera real para el poder judicial.
El poder judicial actualmente depende de los desembolsos que a menudo son retrasados indebidamente por el poder ejecutivo.
El presidente Buhari también necesita instituir y aplicar una política de tolerancia cero hacia la injerencia del poder ejecutivo en los tribunales, así como comprometerse a controlar a los funcionarios que interfieren o ejercen una presión indebida sobre las agencias anticorrupción.
Al igual que con los tribunales, debe asegurarse de que los fondos presupuestados para las agencias anticorrupción se liberen de manera oportuna.
El Presidente también debe exigir que las agencias anticorrupción desarrollen planes de gastos estratégicos para el desarrollo de capacidades y demuestren una mayor transparencia con respecto a sus presupuestos y gastos.
También debe designar a tecnócratas, juristas y figuras de la sociedad civil más respetados para que formen parte de las juntas de las agencias anticorrupción y reduzcan el control de facto que los miembros de la junta tienen sobre las decisiones operativas y de personal.
Por su parte, la Asamblea Nacional, la legislatura federal de Nigeria, debería reunirse con la EFCC, el ICPC y el CCB con el objetivo de llevar a cabo arreglos legislativos y mejoras a sus actos de establecimiento y otras leyes clave que utilizan habitualmente para procesar casos. .
Los legisladores deberían, por ejemplo, aprobar leyes que permitan a las agencias anticorrupción manejar mejor los desafíos emergentes, como las criptomonedas y la protección de testigos.
Las principales agencias anticorrupción de Nigeria (EFCC, ICPC y CCB) deberían aumentar la transparencia, así como intensificar la colaboración y el intercambio de información con otras agencias gubernamentales y socios no gubernamentales.
También deben trabajar para mejorar la gestión de casos y profesionalizar a los fiscales para garantizar que la agencia procese un número más limitado de casos a un nivel más alto.
La EFCC, en particular, debe tener cuidado de evitar el «arrastre de la misión» y mantener su enfoque en los recursos de la agencia en investigaciones y enjuiciamientos de corrupción de alto nivel.
Esto debería incluir renunciar a los mandatos secundarios, en particular la investigación y el enjuiciamiento de los casos de delitos cibernéticos, mediante la transferencia de todos, excepto algunos de los casos más complejos a la policía.
La comunidad internacional, particularmente los Estados Unidos, el Reino Unido y la UE, necesitan revitalizar su asistencia financiera y técnica a las agencias anticorrupción de Nigeria y su poder judicial, elevándola a niveles vistos a principios de la década de 2000.
Sin embargo, quizás lo más importante es que estos países deben analizar detenidamente cómo sus propias políticas, y sus fracasos políticos, hacen que los esfuerzos contra la corrupción en Nigeria sean más difíciles.
ejemplo, los formuladores de políticas occidentales deben preguntarse por qué los nigerianos expuestos políticamente y sospechosos de prácticas corruptas disfrutan de una libertad casi total para gastar su riqueza inexplicable en propiedades de lujo, escuelas privadas y artículos de lujo en los Estados Unidos, el Reino Unido y Europa.
Con esta investigación y este conjunto de recomendaciones en mano, el equipo de investigación dirigido por la Universidad de Edimburgo confía en que pueden influir positivamente en las narrativas en torno a la aplicación de la ley contra la corrupción en Nigeria.
Al observar la evidencia de lo que realmente está sucediendo, en lugar de depender de cuentas apócrifas o estereotipos desgastados, los formuladores de políticas, los profesionales, la sociedad civil y los socios internacionales pueden trabajar juntos de manera más efectiva para apoyar la práctica efectiva de aplicación de la ley anticorrupción en Nigeria.
CP
