Un acuerdo entre un tribunal brasileño y Darío Messer, elemento clave detrás de una de las más grandes operaciones de lavado de dinero y corrupción en Suramérica, termina con los procedimientos judiciales en su contra, y abre las puertas a posibles implicaciones para poderosas figuras de la región.
El 12 de agosto, un juzgado federal de Río de Janeiro aprobó un acuerdo de cooperación con Darío Messer, quien purga una pena de prisión de 18 años y nueve meses y devolverá mil millones de reales (US$184 millones), según el diario Folha de São.Paulo.
Messer se encuentra en custodia desde julio de 2019 y, según los términos del acuerdo, deberá pasar al menos dos años más en prisión antes de poder solicitar la detención domiciliaria. Antes de eso, estuvo prófugo de la justicia de Brasil y Paraguay.
Darío Messer fue un actor crucial en varios esquemas de lavado de dinero que surgieron durante la Operación Autolavado Expreso (Lava Jato), la investigación sobre los millonarios sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht a dirigentes políticos de toda Latinoamérica. Pero el caso más sonado fue su presunta participación como autor intelectual deuna enorme operación que movió US$1.600 millones por más de 3.000 cuentas bancarias en 52 países entre 2011 y 2017.
También está señalado de ayudar a importantes políticos brasileños, incluido el exgobernador de Río de Janeiro Sergio Cabral, a mover dineros sustraídos del erario público. Cabral fue sentenciado a más de 45 años de prisión en 2017 por cargos de corrupción.
Las autoridades brasileñas estiman que Messer acumuló una gran fortuna cobrando comisiones por el manejo de estas transacciones ilegales, pero se comprometió a devolver el 99 por ciento de estos bienes como parte de un acuerdo de cooperación.
La detención de Darío Messer develó un colosal esquema de lavado de dinero, que podría tener importantes repercusiones políticas en Brasil y Paraguay. Este no es el primer escándalos en el que se ve envuelto.
Desde finales de los 90, las autoridades lo han vinculado a otros casos similares, como el de Banestado, en el que figuras de los ámbitos político y empresarial de Brasil usaron el sistema bancario del país para enviar cientos de millones de dólares al exterior, y el caso Mensalão (caso de las mensualidades), en el que se acusó al Partido de los Trabajadores (Partido dos Trabalhadores, PT) de sobornar a diputados para que respaldaran proyectos de ley.
Al parecer, debido a sus numerosos contactos en muchos ámbitos y a su meticulosa planeación, Messer logró mantenerse por delante de la ley, según declararon dos de sus cómplices a los fiscales brasileños en 2018.
Pero el mayor escrutinio generado por la Operación Lava Jato, así como la aprobación de sentencias más laxas para quienes cooperaran con la justicia, llevaron a la caída de algunas de las figuras empresariales y políticas más poderosas de Brasil. Esto dejó en evidencia a Messer y fue arrestado en São Paulo en julio de 2019.
Y aunque ahora está pagando una pena en Brasil, su acuerdo podría tener graves implicaciones en Paraguay. Messer enfrenta una investigación aparte en el país por una presunta red de lavado de dinero, la cual implicó al expresidente paraguayo Horacio Cartes (2013-2018) y a otros. En noviembre de 2019, la Fiscalía General de Brasil anunció que Cartes habría enviado US$500.000 a Messer y solicitó la extradición del primero.
Aunque el pedido de extradición fue desestimado, en julio de 2020 un juez de Río de Janeiro solicitó que se interrogue a Cartes como parte de la investigación a Messer.