La exsenadora Piedad Córdoba es colombiana y uno de los rostros más populares de la izquierda latinoamericana, anunció su retiro de la política de su país, luego de su tratamiento en Cuba para abordar la “depresión” que le habría generado según, haber perdido las elecciones presidenciales en 2018.
¿Por qué sería corrupta?
Uno de los personajes de la vida pública más visibles con quien se ha relacionado a Saab es la exsenadora Piedad Córdoba, quien no ha negado que lo conocía, pero sí ha dicho que no tuvo ni amistad ni negocios con él. Córdoba niega también que haya servido de enlace entre Saab y el Gobierno venezolano.
La información que tienen es que Córdoba sí habría ayudado a Saab a entrar en contacto con el régimen venezolano. “En 2011 la información que tenemos nosotros es que sí fue decisivo la participación de la exsenadora colombiana Piedad Córdoba para llevar a estos señores y al menos abrirles la puerta del poder político en venezuela.
Hace unos meses ella daba una declaración El Tiempo, muy sorprendente al menos para mí que llevo tiempo investigando esto, donde ella decía que Alex Saab estaba tan posicionado que no la necesitaba a ella para llegarle a Maduro, que le llegaba solo a Maduro. Eso coincide con la información que hemos tenido siempre”.
También llama la atención sobre una entrevista que Córdoba concedió al portal las 2 Orillas, en la que según dice tenían un amplio conocimiento del funcionamiento de las Clap, cajas de comida que da el régimen, un lucrativo negocio en el que terminó Saab. “ sorprendió la precisión y el conocimiento que ella tenía de esto, que comprar los alimentos en México, que era el primer proveedor era muy costoso (…) conocimiento debe tener y mucho sobre esta historia”, dijo el periodista Roberto Deniz que le ha seguido la pista a los negocios de Saab.
Aunque Córdoba había sido removida de su cargo en 2010 por estar vinculada con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), organización terrorista seguida por la justicia de Estados Unidos, en el año 2016 fue favorecida por un fallo que le levantó la sanción y la habilitó nuevamente para participar en la política colombiana.
Asegura que entonces, al haberse “quemado políticamente”, con el retiro de gran parte del respaldo de los “guerrilleros” que la respaldaban, cayó en una “depresión muy profunda”, que la llevó a recluirse en una clínica de La Habana a finales del año 2019. Desde entonces comenzó según a desarrollar su proceso de recuperación, que considera fue “muy duro”, un “golpe emocional muy fuerte”.
Eso la llevó, según confiesa, a retirarse de “todo”, decidiendo no volver a la política por considerarla “rastrera” y haberse hartado de los insultos.
Retiro de Piedad Córdoba ante el inminente canto de Alex Saab
No obstante, el “retiro” de Piedad Córdoba llega en momentos donde está en tela de juicio su participación en la gigantesca red de corrupción de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), cajas de alimentos importados que vendía el régimen de Nicolás Maduro a los venezolanos, a través de un esquema de cambio preferencial en dólares, encabezada por su principal testaferro, el colombiano Alex Saab, hoy a la espera de extradición hacia Estados Unidos.
Entretanto, Piedad Córdoba asegura haber tenido también un “retiro” de sus nexos con el régimen de Venezuela.
Inclusive dice no haber conversado con Maduro desde hace dos años, porque no tiene ni su teléfono; también está distanciada de Gustavo Petro, otro izquierdista que ha utilizado a Cuba para, según, tratarse un cáncer que le estaba afectando.
El diputado venezolano en el exilio, Américo De Grazia, aseguró que Alex Saab llegó a Venezuela y se vinculó con la familia de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, gracias a Piedad Córdoba.
Las redes desde entonces del colombiano se extendieron no solo en la importación de alimentos, sino en el oro venezolano, el petróleo y la penetración profunda de los disidentes terroristas de las FARC y el ELN.
La noticia del retiro de Piedad Córdoba sacudió las redes sociales y la opinión pública, especialmente ante la expectativa por el caso del colombiano Alex Saab, quien se presume tendría suficiente información no solo para enterrar al régimen de Nicolás Maduro, sino también asestar un duro golpe a más de un político de izquierda en Latinoamérica, aunque sus redes van mucho más allá del hemisferio.
CP
