Será subastado el último Porsche de Pablo Escobar

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Millones de dólares del narcotráfico fueron derrochados por el capo en todo tipo de autos de lujo, unos de sus preferidos eran los Porsche como el 911 RSR que está para la venta.

La delirante pasión de Pablo Escobar por los carros: su último Porsche será subastado

Al hablar de las excentricidades de Pablo Escobar usualmente se mencionan los hipopótamos, la hacienda Nápoles o el edificio Mónaco. Otra de las más visibles, en especial en las calles de Medellín, era su gusto por los vehículos. El ‘Patrón’ no solo los veía como una forma de exhibir su riqueza, o de expresar su admiración por otros famosos criminales sino incluso como una manera de competir.

Desde la década de 1970, Escobar empezó a adquirir vehículos de manera casi compulsiva. Dos de los primeros fueron un Wartburg, un sedán proveniente de Alemania Oriental, y un Renault 4 ensamblado en Envigado. El “amigo fiel” fue no solo uno de sus primeros vehículos para contrabandear drogas al Ecuador, sino incluso su vehículo para competencias.

En 1979, cuando ya iba consolidando su emporio de la cocaína, Escobar compitió en las carreras de la Copa Renault 4 en Colombia en el autódromo Ricardo Mejía de Bogotá. El propio Escobar bromeó en su momento que iba a cambiar el nombre de la competencia a “Coca Renault”. También competía con un Simca en la Copa Marlboro.

En esos años empezó a coleccionar autos de un nivel mucho más exótico, en especial alemanes. El favorito de Escobar era un Porsche 356 de solo 75 caballos de potencia, pero que le encantaba. También compró un Porsche 911 RSR que era de Emerson Fittipaldi, un Porsche 935 igual al que corría en Le Mans y un exótico Mercedes-Benz 300SL convertible.

Escobar era amigo cercano de Ricardo ‘Cuchilla’ Londoño, uno de los pilotos más famosos de la época. Londoño le apostó que podía ganarle por 15 segundos en una carrera entre Medellín y el alto de Las Palmas. Escobar perdió la carrera con el Porsche, pero ganó la apuesta: fue solo ocho segundos más lento.

Entre los autos de Escobar también hubo decenas de limusinas Rolls-Royce y Mercedes 600 Pullman, que usaban personalidades tan diferentes como John Lennon, Hugh Hefner y el mariscal Tito. También hubo autos clásicos y gran cantidad de motocicletas, recordando el inicio de su historia criminal robando motos y repuestos en Medellín.

Tres carros fueron muy destacados El primero fue un Cadillac V8 de los años 1930, que se decía que era el vehículo que había tenido el famoso gángster Al Capone. El propio Escobar desmentía que hubiera sido del mafioso, pero le disparó en varias oportunidades al clásico para recrear el aspecto del vehículo de Capone.

El segundo, un Ford de 1936 que estaba muy cerca de la entrada del zoológico en la hacienda Nápoles. En el libro Pablo Escobar, mi padre, Juan Pablo Escobar narró la historia de ese Ford. El ‘Patrón’ puso el carro en el camino de la autopista a la hacienda, y con varios obreros, le hicieron más de 150 agujeros de bala con metralletas para recrear el aspecto del vehículo en el que murieron los ladrones de bancos Bonnie y Clyde.

El tercer auto fue un Rolls-Royce Phantom de la década de 1920, otra muestra de la obsesión de Escobar con la época de la mafia y la prohibición del alcohol en Norteamérica. Se conocen pocos detalles de ese vehículo, que utilizaban los reyes y magnates de la época.

El inicio de la guerra del narcotráfico y el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla acabaron abruptamente con la era de derroche de Pablo Escobar. Sus vehículos, en especial las camionetas Toyota Land Cruiser en las que se movilizaban sus hombres, se convirtieron en blanco de las autoridades y de los ‘Pepes’, el grupo de narcotraficantes enemigos del Cartel de Medellín.

Así, varios de los vehículos fueron destruidos en el ataque con carrobomba al edificio Mónaco en 1988. Otros, entre ellos limusinas Rolls-Royce y deportivos Mercedes-Benz, sucumbieron en un incendio que los ‘Pepes’ realizaron a las bodegas de Escobar en Medellín. Otros más quedaron para ser destruidos por el paso del tiempo y la humedad, tras la muerte del capo y la incautación de sus bienes.

Muy pocos vehículos han sido restaurados: entre estos está el Porsche 911 RSR, que fue restaurado en Estados Unidos a la estética que tenía cuando su conductor era FIttipaldi. En el Parque Temático Hacienda Nápoles, como parte del memorial a las víctimas de Escobar, quedan los rastros de algunos de estos vehículos, totalmente destruidos. Entre ellos están restos de un Porsche 356, un Mercedes 600, un DeSoto de 1946 y un Renault 4.

Otro de sus vehículos, una motocicleta Harley-Davidson dorada, es exhibida en el Museo de la Policía. La gran mayoría fueron destruidos en medio de las luchas intestinas que dejaron miles de muertos y destrucción en Colombia.

CP

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