Qué pasó
En la década de los ochenta, funcionarios del gobierno del
presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, organizaron una operación
de venta de armas a Irán para financiar a la “Contra nicaragüense”, la
guerrilla de derecha que se oponía al Frente Sandinista de Liberación
Nacional, el partido en el poder.
La venta de armas, además, tenía el objetivo de persuadir a Irán
para liberar a rehenes estadounidenses secuestrados por grupos
pro-iraníes en Líbano.
El Congreso estadounidense había prohibido a organizaciones
gubernamentales financiar las actividades de la “contra” nicaragüense.
Pero funcionarios del gobierno de Reagan, incluyendo al coronel North,
recurrieron al Consejo Nacional de Seguridad (NSC, por sus siglas en
inglés), que no se mencionaba explícitamente en la ley elaborada por el
Congreso, para recaudar fondos para la guerrilla.
Los integrantes del NSC también participaron en el envío ilegal de
armas a Irán. En ese momento existía un embargo comercial impuesto por
EE.UU. El escándalo se descubrió en 1986 cuando periódicos libaneses
revelaron la operación de venta de armas.
Desenlace
Se inició una investigación que determinó que Ronald Reagan y George
Bush estaban al tanto de lo ocurrido y lo encubrieron de alguna manera.
Pero nunca pudo establecerse su grado de responsabilidad. McFarlane,
North y Poindexter fueron condenados. Pero los dos últimos consiguieron
un acuerdo de inmunidad por su testimonio.
El caso Irán-Contras generó dudas acerca del papel fiscalizador del
Congreso en la política exterior del país y de los límites del poder
Ejecutivo.