El opositor venezolano Julio Borges renunció al cargo de comisionado de Relaciones Exteriores, que tenía en el denominado «gobierno interino» de Juan Guaidó, y denunció que esa instancia propició actos de corrupción.
En reiteradas ocasiones, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha acusado a Borges de estar detrás del robo de las empresas del Estado en el exterior, así como de dirigir los intentos de desestabilización y de magnicidio desde Colombia.
En una rueda de prensa virtual, el líder opositor dijo que el «gobierno interino» busca prolongarse indefinidamente, y señaló que dejó de ser un medio para deponer a Maduro del poder.
En 2018, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) solicitó a Colombia la extradición de Borges, tras acusarlo de traición a la patria, homicidio intencional calificado en grado de frustración, instigación pública continuada y conspiración, por su presunta participación en el intento de magnicidio contra Maduro.
Además, Maduro ha señalado a Borges de estar detrás de los ataques contra los migrantes venezolanos en varios países.