El Estado: el único responsable del gran desastre argentino

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No fue ni el primero ni el último. Pero como su propietario y fundador es famoso, el caso toma mayor relevancia y trascendencia en los medios de comunicación. Bruni, el restaurant del músico argentino Fabián Von Quintiero, tuvo que cerrar sus puertas, de la misma manera que lo hicieron miles de emprendimientos semejantes.

Desde sus redes sociales, el “zorrito” hizo una catarsis pública que viralizó. Allí, desde dicho espacio, enumeró las causas de su quebranto. El Estado, de la mano de la insoportable presión impositiva y de la impunidad sindical, fue el gran y predecible responsable.

“Adiós Bruni! Ya te desarman! Ya sos historia! Adiós a la vida de gastro pyme argentina y sus consecuencias. Bienvenida una vida libre de IVA, ingresos brutos, ART, seguros de vida, seguridad social, cuota sindical, retenciones, percepciones, comisiones de tarjetas de crédito, débito, mercado pago, y aplicaciones de delivery, servicio de posnet, alquiler Abl, luz, Gas agua, cuenta de banco, impuesto al cheque, autónomos del presidente, sueldos, abonos de sistemas de facturación, abogados, contador y si te queda algo el 30 por ciento de ganancias. Así como lo leen! Todos comiendo del mismo platoDemencial.», escribió el músico en sus redes.

El economista liberal y referente empresario del mundo Pyme, Gustavo Lázzari, que usualmente se manifiesta en los medios de comunicación sobre esta problemática, lamentó la desaparición de Bruni. «Gran pena que un emprendimiento histórico lleno de vida tenga que cerrar», señaló «Lacha» desde su cuenta de Twitter.

Gran pena que un emprendimiento histórico lleno de vida tenga que cerrar.

Fabián Von Quintiero tiene una extensa trayectoria en el rock nacional. Tocó el teclado (aunque se desempeña con solvencia en varios instrumentos) en Virus, Soda Stereo, Los ratones paranoicos, y acompañó a solistas de primerísimo nivel como Charly García, Celeste Carballo y Andrés Calamaro. Muchos de ellos eran habituales concurrentes de Bruni, donde incluso se armaban zapadas. El Estado argentino le bajó la persiana al local que recibía a grandes músicos, pero también a importantes referentes de la gastronomía local, que reconocían el nivel del restaurant de Von Quintiero.

La dura cuarentena decretada por el Gobierno de Alberto Fernández dejó en evidencia que el sector privado ya estaba operando en el margen en Argentina.

El mundo de la gastronomía fue uno de los sectores que más sufrió el 2020 y, aunque de a poco comienzan a abrir sus puertas por estos días, muchos no pudieron resistir el endeudamiento al que los sometieron durante varios meses de puertas cerradas. Buenos Aires, como las grandes ciudades del país, muestran un escenario insólito, donde, además de fundirse miles de iniciativas comerciales como la de Von Quintiero, cierren también varias sucursales de importantes cadenas como Mcdonalds y Burger King.

Si las grandes marcas operan a pérdida, uno puede imaginarse los números imposibles del resto de los emprendimientos que poseen menores recursos.

CP

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