Una comisión de investigación del parlamento mauritano envió una convocatoria escrita al expresidente del país Mohamed uld Abdel Aziz para que declare sobre ciertos casos de corrupción y nombramientos durante su mandato que pudieron suponer «un grave atentado a la constitución y las leyes».
Aziz (2008-2019) ha sido citado a declarar el próximo jueves ante esta comisión que ya ha tomado testimonio a varios exprimeros ministros, ministros y colaboradores cercanos del exjefe de Estado, incluidos parientes cercanos.
Nunca en la historia de Mauritania se había llamado a declarar a un expresidente.
«Preocupada por dilucidar la verdad, y en el marco de las prerrogativas que le son atribuidas, esta comisión le ruega que se persone para presentar todas las informaciones y aclaraciones de las que dispone», dice la carta.
Los casos investigados tienen que ver con varias licitaciones concedidas en ámbitos como pesca, energía y puertos, atribuidas de manera opaca durante la década larga en que Aziz fue jefe de Estado.
Según coinciden en señalar varios testigos, la mayoría de los interrogados afirmaron haber recibido órdenes verbales directas de Aziz para la atribución de esos mercados.
Aunque nadie contesta el fundamento y el trabajo de la comisión -creada justo tras la partida de Aziz-, hay quien ve en ella un ajuste de cuentas con el expresidente desde que éste cayó en desgracia tras haber desafiado a su sucesor y antiguo «delfín», Mohamed uld Ghazouani.
Este último no apreció la ausencia injustificada de su antecesor en la última fiesta de celebración de la independencia, ni sus intentos de hacerse con el control del partido mayoritario Unión por la República.
Lo que es un misterio es si Aziz aceptará asistir y declarar ante la comisión parlamentaria.
CP
