Si México aspira a ser un mejor país y tener más desarrollo económico es urgente construir un Estado de derecho que permita castigar la corrupción.
El tema de la corrupción es un tópico frecuentemente mencionado en todos los medios públicos y privados y pareciera no haber dudas respecto de su significado. Sin embargo, esa certeza se diluye cuando se pretende profundizar en el análisis y surge la duda respecto de qué debe entenderse por corrupción.
Un criterio bastante generalizado parece entender que se trata de un abuso que, para obtener beneficios privados, realiza una persona o entidad respecto del poder que le han encomendado. Y ello comprende tanto beneficios de carácter financiero como también de carácter real.
Este es el criterio sostenido por Transparencia Internacional, organización no gubernamental fundada en la década del 90 y con sede en Berlín, que ha ido adquiriendo una creciente atención con sus estudios referidos a los distintos países y sus estimaciones de los Índices de Percepción de la Corrupción para los mismos.
También, organismos internacionales (Naciones Unidas, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización de Cooperación y Desarrollo) se han ido interesando en forma creciente respecto de este problema y han generado estudios que buscan ahondar en la cuestión de la corrupción.
Así, el 29 de septiembre de 2003 la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, primer instrumento jurídico anticorrupción con normas vinculantes a los países signatarios.
Pueden encontrarse referencias a este “problema” en las obras de Bernard de Mandeville, en Rousseau, en Hume, en Bentham.
El FMI, identifica orígenes aún más remotos de este lamentable fenómeno. Así señala que hace 2,000 años en el Reino de la India su Primer Ministro Kautilya había escrito un libro Arthashastra referido a la corrupción.
Y hace siete siglos Dante ubicó a los bribones corruptos en las partes más profundas del infierno. Shakespeare siempre le dio a la corrupción un rol prominente en sus obras. Y, a título anecdótico, The Financial Times caracterizó al año 1995 como al año de la corrupción.https://tpc.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html
El tema de la corrupción es una pandemia global y aunque es muy difícil saber con exactitud el impacto negativo en la economía el FMI estima el costo anual de los sobornos en aproximadamente un 2% del PIB global.
Y, en estudios realizados en la OCDE, se incrementaría ese porcentaje al 5%. Y eso representa tan solo una parte de los costos económicos y sociales pues los sobornos solo constituyen una de las formas posibles de la corrupción.
Lamentablemente, México es uno de los país más corruptos en el Mundo, según Transparencia Internacional en su Índice de Corrupción 2019, de 180 países ocupamos el lugar 130. Este mide la percepción de la corrupción en la medida en que un puntaje de 100 sería muy limpio y de 0, altamente corrupto.
México sacó un puntaje de 29, mientras que Dinamarca y Nueva Zelandia, en el primer puesto, obtuvieron 87 puntos de 100.
Hay una clara relación entre los países más desarrollados y menores niveles de corrupción, si México aspira a ser un mejor país y tener más desarrollo económico es urgente construir un Estado de derecho que permita castigar la corrupción que en los últimos años alcanzó niveles insospechables, si quedan en la impunidad lamentablemente seguiremos entre las naciones más corruptas del planeta.
CP