De acuerdo con la reciente publicación del Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por la revista norteamericana US News, Colombia aparece como el país más corrupto en el mundo, superando así a México que tradicionalmente había sido identificado como el líder en las malas prácticas en la región.
En el listado, el segundo lugar es ocupado por México, seguido de Ghana (3), Myanmar (4), Guatemala (5), Arabia Saudita (6), Brasil (7), Kenia (8), Bolivia (9) y Rusia, que completa el top diez.
Colombia que es percibido como el país más corrupto del mundo, fue ligado por los encuestados como el Estado que tiene que ver más con hechos y proceso penales por corrupción.
El ranking tomó como base a 73 países y para la clasificación preguntó a más de 20 000 ciudadanos si lo relacionaban con la palabra corrupción. Para el medio estadounidense una de las principales razones de la corrupción en el país se debe a los 14 billones de pesos que se pierden del erario al año y que ha motivado diferentes protestas desde el pasado 21 de noviembre de 2019 en las principales ciudades de Colombia.
“Los encuestados respondieron cuán estrechamente relacionaban a cada uno de los países con el término corrupto, cuyo significado exacto se dejó a su propia interpretación”,
Pese a que los hechos de corrupción se han generado por actos ilícitos de políticos que incluso han sido sancionados penalmente, la desazón ha hecho carrera y buena parte de los manifestantes lo está haciendo contra el Gobierno de Iván Duque, exigiendo un pliego de peticiones que pasó de 13 puntos a 104.
Colombia ha sido uno de los países que a pesar de estar en democracia es uno de los más golpeados por la corrupción política. Por este motivo, desde hace unos años para acá se ha venido hablando públicamente de propuestas que ataquen integralmente el fantasma silencioso que golpea mayoritariamente al sector público.
De acuerdo con un informe de ‘Transparencia de Colombia’ entre enero de 2016 y julio de 2018 el ‘Monitor Ciudadano’ identificó 327 hechos de corrupción reportados por la prensa nacional y regional, en los 32 departamentos del país.
El 69 % de los hechos son de alcance municipal, el 25 % de nivel departamental y un 6 % de los restantes correspondieron a hechos de alcance nacional. El proceso de sistematización refleja únicamente los datos de los registros periodísticos encontrados y posteriormente sistematizados.
“La radiografía del país detectó en su mayoría hechos de corrupción administrativa (73 %), corrupción privada (9 %) y corrupción judicial (7 %) como los que más se reportaron entre enero del 2016 y julio del 2018. De los hechos asociados a corrupción administrativa siguen siendo las irregularidades en los procesos de contratación pública el principal problema, ocupando el 46 % de los hechos de este tipo.
En un esfuerzo por detener la corrupción, movimientos de izquierda promovieron en 2018 lo que se denominó la Consulta Anticorrupción que no alcanzó el umbral necesario para adoptar los siete puntos contenidos en la consulta.
Con un caudal electoral de 36 millones de sufragantes, solo se hicieron efectivos 11 671 420 de votos de los 12 140 342 que validaban la Consulta para su adopción integral. En un escenario de profunda polarización, el presidente Iván Duque recogió las banderas contra la corrupción y sostuvo que desde el liderazgo de la presidencia iba a presentar las propuestas de la Consulta en el Congreso.
Cabe destacar que la Consulta tuvo un costo de 310 479 millones COP (USD $100 millones), unos 30 000 millones de pesos (USD $ 10 millones) más que el plebiscito de la paz en 2016 y por otra parte unos 270 mil millones COP (USD $85 millones) más que la consulta del Partido Liberal de noviembre de 2017.
La corrupción en Colombia se ha gestado a la par desde gobiernos de izquierda y derecha. Los casos de corrupción que más recuerdan los colombianos ocurrieron durante la administración del partido de izquierda ‘Polo Democrático’ que desangró las finanzas de Bogotá y generó uno de los mayores desfalcos públicos por el carrusel de la contratación, en cabeza del exalcalde y condenado, Samuel Moreno.
El caso de la empresa de corretaje de valores ‘Interbolsa’ es uno de los que también marcó un precedente en materia de corrupción en el país. Los empresarios Tomás Jaramillo y Juan Carlos Ortiz montaron un entramado de corrupción que estafó a inversionistas de Interbolsa y del Fondo Premium por un valor de USD $90 745 500 (300 mil millones de pesos). Seguido por el caso de la ‘Fiduciaria Petrolera’ (Fidupetrol) donde se habría pagado la suma USD $151 232 (500 millones de pesos) a un magistrado de la Corte Constitucional para así evitar el pago de una millonaria multa contra la empresa.
Uno de los capítulos más recientes que golpeó a casi toda la región, es el resonado caso Odebrecht. En Colombia, la multinacional brasilera sobornó a funcionarios y contratistas por una suma total de USD $ 9 831 120 000 (32, 5 billones de pesos). Del mismo modo, se ha denunciado la mafia enquistada en la rama judicial, especialmente en las altas cortes.
CP
