Renuncia ministro esloveno en protesta por operación anticorrupción

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El ministro del Interior y el director de Policía de Eslovenia dimitieron en protesta por varios registros que investigan supuestas presiones para compras de material médico con sobrecostes por parte del Gobierno conservador.

La investigación la dirige el órgano estatal esloveno de lucha contra la corrupción y uno de los registros fue en la casa del ministro de Economía, Zdravko Pocivalsek, a quien retuvieron brevemente.

Poco después de conocerse esa operación, el ministro del Interior, Ales Hojs, y el director de la Policía eslovena, Anton Travner, dimitieron como protesta por no haber sido informados de ella y la definieron como una investigación política que busca derribar al Gobierno.

«Difícilmente me vais a convencer de que no se trata de una policía política que no está al servicio de los ciudadanos, sino al servicio del Estado profundo», declaró Hojs tras anunciar su dimisión,

Hojs ha sido ministro por el partido conservador Nueva Eslovenia (NSi), uno de los cuatro que forman el Gobierno de centroderecha del primer ministro populista, Janez Jansa.

El «Estado profundo» es una expresión que suelen usar Jansa y miembros de su Partido Demócrata Esloveno (SDS) para definir la teoría de que existe una red de excomunistas que dominan el poder en la pequeña república de dos millones de habitantes.

Según la prensa eslovena, Pocivalsek estaría involucrado en un escándalo millonario de corrupción por la compra con sobrecostes de respiradoras durante los primeros meses de la pandemia.

En concreto, hay indicios de que presionó a la institución responsable de las compras estatales para encargar respiradores procedentes de una empresa cercana al partido de Jansa a un precio superior al de otras compañías.

Un empleado de esa institución presentó como prueba a la televisión estatal RTVSlo grabaciones de voz de Pocivalsek en las que éste insistía en que se pagaran 8 millones de euros a esa empresa antes de concluirse el procedimiento para elegir la oferta más adecuada.

La coalición encabezada por Jansa llegó al poder en marzo y desde entonces él ha estado envuelto en la polémica. La oposición, algunas ONG y periodistas han criticado tendencias autoritarias y populistas en Jansa.

El primer ministro conservador, un admirador del ultranancionalista líder húngaro, Viktor Orbán, se ha burlado en su cuenta de Twitter del trabajo de periodistas críticos y calificó de mentirosos a Reporteros Sin Fronteras.

Jansa ya fue primer ministro en 2004-2008 y en 2012-2013, y en su último mandato fue juzgado y condenado a dos años por corrupción, pero después de cumplir seis meses de prisión el Tribunal Constitucional lo liberó y ordenó repetir el juicio.

Al final eso no sucedió porque habían prescrito los delitos.

En ese caso, uno de los mayores escándalos de corrupción política de la historia del país, Jansa fue acusado de recibir en 2006 comisiones por la compra de blindados a una empresa finlandesa.

CP

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